Antonio López Garcia. Fotografía de la naturaleza.

Antonio López Garcia. Fotografía de la naturaleza.
Buscando amigos

martes, 22 de mayo de 2012

El color en la Naturaleza.


Domingo 20 de Mayo. Valle del Ambroz. Extremadura.

No se estaba caracterizando el día por su brillantez y entretenimiento, un breve pero muy agradable desayuno en compañía de dos buenos amigos, donde surgió la polémica de si algunas fotos de Namibia obra de uno de ellos, por su innegable espectacularidad, pudieran ser resultado del “Photochoc” como parecía sonar este nombre en boca de mi culto amigo extremeño, debido a su gracioso acento. La innegable profesionalidad del fotógrafo autor, de fama y reconocido prestigio internacional, que nos honraba con su compañía, pronto nos sacó de dudas y nos demostró que la Naturaleza con frecuencia supera la más encendida y disparatada imaginación.
Pasó el día entre lluvias y escampadas, nubes y rasos, perezas y espabiladas, y ya por la tarde, pero que muy tarde, cuando uno casi solo piensa en una sabrosa y saludable cena como única recompensa a la constancia y al empeño, nos sorprende una feroz tormenta en medio de la dehesa y de un “Time Laps” que mi compañero se ve forzado a finiquitar antes casi de empezar.
Ambos corremos cargados de cacharros de afotar. Ambos sorprendidos y entusiasmados por el repentino e insospechado cambio de dirección de la espectacular tormenta y del extraordinario mosaico de luces y colores que desparrama sin piedad por toda la llanada, olvidamos nuestro primer impulso de escapar y como niños poseídos de un extraño e inevitable embrujo, inconscientes ya el uno del otro, ajenos incluso a los fríos e implacables goterones que calan sin piedad nuestro cuerpo y nuestro equipo, nos entregamos a un lúdico y frenético aquelarre fotográfico en un desesperado intento de captar toda aquella belleza.

El bosque encendido.

Y detrás de la tormenta, ya se sabe. Nos entregamos ansiosos a analizar el resultado de nuestra frenética actividad de aquellos pocos y húmedos segundos de irrealidad, cuando de pronto escucho a mi amigo que dice, ¿Qué te parece esta encina?, mostrándome una de las magníficas imágenes que había obtenido con su habitual maestría, y añade …para que luego diga tu amigo ...¿photochoc?

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