Las primeras nieves sobre las cumbres que rodean el mítico valle de Cabuerniga, donde antaño, en vida del popular "Pepe el de Fresneda" se acostaban con el aullido del lobo y el canto del urogallo, auguran un año de bienes como reza el viejo refrán. Seamos optimistas y esperemos que poco a poco vuelvan las aguas a su cauce y se logre el equilibrio que todos deseamos.
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